Blanco y negro

Nos encargan una exposición sobre Isabel Azkarate, en la sala Ganbara de KMK. Conocemos su obra; imaginamos un catálogo en forma de pasaporte. NY, Berlín, Benarés, Billabona, Ayacucho, El Cairo, Donostia, Bagdad, Ituren, Katmandú…Pero esos no son los verdaderos nombres del viaje de Isabel Azkarate.

Buceamos en sus carpetas, en sus archivos. Mezclando imágenes, encontramos, bajo la partición geográfica, una geografía del ser humano: gente que mira, gente que huye y se oculta, gente que se deja mirar, gente que pide a gritos ser vista.

Encontramos primero lugares donde ocurren o han ocurrido o podrían ocurrir cosas. Son escenarios reales y figurados, paisajes naturales y artificiales, no siempre se sabe con claridad, son calles y teatros, tiendas y galerías y zonas de paso. Enseguida aparecen las mujeres. Hay una ternura especial, una atención especialmente delicada en la mirada de Isabel Azkarate sobre las mujeres. Junto a ellas, los espacios de relación humana, de contacto, de charla. Detrás, vemos la fascinación de Isabel Azkarate por la ambigüedad, por el disfraz, por la ostentosa representación de lo oculto: máscaras, qué otra cosa somos las personas sino máscaras. Y, al final, vemos muerte: asesinatos, locura, la extrema soledad, el llanto.

En una sala final, íntima, recogida, algunos autorretratos de Isabel. Alrededor, las fotos de sus amigos, sus compañeros de viaje. Son parte de estos 20 años en 35 milímetros. Están en la exposición porque están en lo más íntimo de la mirada de Isabel Azkarate.

Joxean Muñoz-Txabi Basterretxea (Tipula s.l.)
Comisarios.


Exposición 20 años en 35 mm.
Koldo Mitxelena Kulturunea, Ganbara Aretoa.